No hay historia más vibrante y triste a la vez, que aquella de Amelia Earhart, pues su espíritu rebelde, su pasión por explorar el mundo, sus ganas de probar nuevos platos, de hablar nuevas lenguas, de compartir culturas y demás, fueron razón suficiente para que creciera mi admiración por ella, aún más por su interesante y lamentable «desaparición»; para algunos una gran tragedia, para otros, enigma.
Fui creciendo — proceso tedioso para mis padres — y así también mi curiosidad, llegando a comparar mi vida con la de exploradoras como Jean Batten, Harriet Chalmers Adams, Beatrix Bulstrode e incluso la mismísima escritora Agatha Christie, quien exploró la antigua Mesopotamia; ¿conclusión?: encontré que estos personajes históricos tenían algo en común: la Aventura, ese «sustantivo» que proviene del latín adventura y que significa las cosas que han de venir, lo que de inmediato produjo un juego de palabras y acertijos en mi mente, pues, como algo venidero, puede ser positivo o negativo, como los viajes — tengan esto en mente para el penúltimo párrafo.
Y todo lo anterior, ¿a qué se debe? Déjame explicarte: años atrás escribía para una bitácora de trotamundos, fue mi borrador para lo que actualmente estoy haciendo, allí contaba muy a mi manera las cosas que vivía en los viajes que realizaba, ya fuera sola o acompañada, donde siempre terminaba pasando algo salido de lo común. Dos años y tantos días, horas y minutos después, así como cuando te levantas de la cama con el existencialismo al límite, decidí renunciar a mi «seguridad» y arriesgarlo todo, y cuando digo todo, ¡es todo!
Con los ahorros que tenía, me fijé metas y plasmé un calendario donde incluía cada paso y tarea que debía realizar para llegar hasta donde estoy justo ahora —en el viejo escritorio de la casa de mi padre— pues, así como cada cosa, incluso las inorgánicas como las rocas, tienen su tiempo y se van formando hasta alcanzar su máximo, así la vida misma, y después de buscar por cielo y tierra un editor que se apiadara de mi alma de escritora, lo encontré y publicó mi primera novela, la que cuenta en primera persona y tal cual como soy yo, todas las peripecias vividas en las adventuras de mi viaje a la costa noreste de los Estados Unidos de América.
Ahora, como soy «el mundo al revés», empecé este blog, mucho más tranquila mentalmente —cuestiones personales— y más organizada literariamente. Quiero dejar todo lo que mi mente piensa cada día durante 24 horas, que sea legado para aquellos que quieran reír de vez en cuando. Aquí reuniré de manera narrativa, mis verdaderos sueños, anhelos, traumas, emociones y demás, eso que el paso de los años y los más de 60.000 km que he recorrido me han dejado, algunas veces contado a través de mi alter ego Jadranka Ventura, personaje principal de mis obras, quien ejerce la profesión que siempre quise y que hace todo aquello que por diferencias mentales no he podido lograr o cumplir.
Así nace esta faceta de escritora … Amelia Ventura, pseudónimo que te invita a amar la aventura, que te adentres en un mundo donde no sabemos si nos irá bien o mal, pero que exploraremos y conoceremos, al final, serán momentos felices y riqueza.
En este blog te hablaré de viajes y todo lo que eso implica (música, historia, cultura, películas, libros, y mucho más), pero no te equivoques, no es una guía de turismo —aunque una vez pensé serlo —, ni pretendo darte consejos de qué hacer o a dónde ir, esa decisión te la dejo sólo a ti, yo tan solo te relataré lo que viví en ciertos lugares, mis experiencias y anécdotas.
¿Empezamos?
Un escrito que genera muchas espectativas. Muchos éxitos en este camino.
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¡Muchísimas gracias! Vendrán más aventuras de viaje y vida que espero puedas disfrutar. Un saludo.
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Me encanta tu original y espontaneidad al escribir.. eso me hace sentirme más a gusto con tus lecturas porque me identifica mucho con mi forma de expresarme, lenguaje sencillo sin tanto término técnico. Felicitaciones
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Muchas gracias a ti por dedicar unos minutos a lerlas.
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